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6:48 p.m. Sureste mexicano.

Hoy es un buen día, ni frío, ni calor, tan perfecto para mí como para cualquier otra odonata o afín a, que suela toparse por error con este blog.

Cuando la tarde comienza a caer, las ideas medio "lurias" fluyen cada vez más rápido a la materia gris de mi cuerpo, una tras otra, como si estuvieran en una autopista y quisiera la más veloz atropellar a aquella otra que va a apenas 60 km/hr...pero al final, todas llegan a su destino: mi cerebro; que a su vez envía la señal a....RING!!!!????

¿quién osa interrumpirme esta vez?

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El comportamiento más vano y vil de este mundo (quizá del universo, eso no me consta) en este lugar se puede percibir a través de una simple llamada telefónica...grrrrr!!!

El pensar el 80% del día en ingle´s hace que se bloquée un poco el cerebro, y por ende, las palabras se queden atoradas, como el estornudo que se aguanta cuando se está en una situación como en una presentación o que sé yo...pero ¿qué es el mundo sin quejas?

Todos en algún momento nos quejamos, unos más que otros, eso sin dudar, pero es loable aquel que se hace consciente de sus propias quejas, que inconscientemente lo abruman, tras un día de estrés en el trabajo o de malas relaciones con las personas que le rodean...

Hoy trato de hacerme consciente de ello.