Comienzan un par de gotas a caer...y sigo aquí, como si fuera el primer día en este planeta, como si tu voz quedara marcada en esta noche, estupefacta por saberte en mi mente, pero lejos estás de aquí, lejos estás de mí, pero no te siento así, cuando llegan los susurros al par de oídos tan estultos que me acompañan, y con sus alas muestran que el viento aún te nombra. Y no quiero nombrarte, sino tenerte, tenerte en este instante como cuando te pienso; cerrando los ojos entonces vuelves, y al abrirlos desapareces, y entonces te imagino lejos, lejos de esta lluvia.
Profundamente dentro de la locura cafeínica, te sueño y te nombro, te respiro y te siento...y así como te siento, me pregunto y me respondo aquello que quisiera que mi memoria selectiva dejara de recordar.
Para entonces, la lluvia optimista vuelve, tan alegre como esa media sonrisa, porque a veces las mitades son grises, pero otras tantas son tan exactas, que complementan esa alegría...
Mandándote un abrazo pantonero, vuelo a la raíz de los sueños, con el efecto residuoso y tan placentero de tu aroma...
Luna Hermosa!
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